25 febrero, 2013

EL PATRIMONIO Y SU VALORACIÓN

Concepto y análisis del patrimonio. Los elementos patrimoniales.
El patrimonio se refiere a la situación económica de una empresa en un 
momento determinado, ya que la actividad empresarial es continua. El 
patrimonio es el conjunto de bienes y derechos que constituyen la estructura 
económica de una empresa: inversiones, derechos adquiridos, bienes 
disponibles... los activos que la empresa posee para desarrollar su actividad. 
La estructura financiera recoge las fuentes originarias de los fondos, el modelo 
de financiación empresarial y los titulares de dicha financiación. 
El activo está formado por el conjunto de bienes y derechos de la empresa, que 
le permiten operar en el mercado; los pasivos son el conjunto de obligaciones 
financieras que la empresa tiene (deudas, créditos, préstamos) que suponen un 
coste para la empresa, coste que debe ser retribuído con el activo: por tanto, el 
activo (“haber”), ha de superar el coste del pasivo (“Debe”). 
Los elementos o partidas que conforman el patrimonio son la suma de bienes, 
derechos de cobro y obligaciones definidos en un Plan General de Contabilidad 
común a todas las empresas. Cada elemento patrimonial está representado en 
el mismo por una cuenta. Tipos: 
A. ACTIVO (masa patrimonial de activo): 
Representan bienes y derechos de la empresa (Elementos de transportes, 
construcciones, maquinaria, cuentas corrientes, deudores, locales...) Sus 
partes son: 
- Activo fijo (inmovilizado neto): formado por los elementos que afectan a la 
empresa de forma duradera, que no pueden venderse sino utilizarse para 
garantizar el funcionamiento de la empresa, y se compone de tres masas 
patrimoniales: 
• Material: Bienes tangibles muebles o inmuebles. 
• Inmaterial: Bienes intangibles: Propiedad industrial, gastos de constitución... 
• Financiero: Valores de renta fija, inversiones financieras permanentes o con 
vencimientos superiores a un año. 
• Amortización: Desgaste de valor de los elementos materiales (con signo -).
- Activo circulante: inversiones a corto plazo (dinero en movimiento), que 
permiten a la empresa su funcionamiento normal. Se compone de tres 
masas patrimoniales: 
• Realizable: Aquellos elementos que se transforman en dinero mediante la 
venta. 
• Exigible: Derechos de cobro de la empresa a deudores. 
• Disponible: Cuentas corrientes, dinero líquido de disponibilidad inmediata. 
B. PASIVO (Masa patrimonial de pasivo): 
El conjunto de elementos que representan una obligación de pago para la 
empresa (fuente de financiación ajena). En esta masa patrimonial se 
recogen los recursos financieros utilizados en un momento dado por la 
empresa, ya sean fuentes de financiación propias o ajenas. Sus formas son: 
- Pasivo fijo: 
- Pasivo no exigible o neto patrimonial: Recursos propios procedentes de los 
socios o generados por beneficios (capital social, reservas) que constituyen 
una forma de autofinanciación para la empresa. Es una fuente de 
financiación propia. 
- Pasivo exigible a largo plazo: Obligaciones de pago a más de un año. 
- Pasivo circulante: 
- Pasivo exigible a corto plazo: Obligaciones de pago en plazo inferior a un 
año. Estas últimas (pasivo exigible a largo y corto plazo) son fuentes de 
financiación ajena.
Representación de los resultados sociales en el PGC
El Plan General de Contabilidad recoge la presencia, junto al balance de 
situación, de otros medios que reflejan el estado económico y financiero de la 
sociedad durante un periodo de tiempo. La cuenta de pérdidas y ganancias 
reflejará, por ejemplo, los resultados obtenidos por la empresa durante un 
tiempo determinado. También llamada cuenta de resultados, nos ofrece 
información válida a partir del cómputo del resultado de explotación, el 
resultado financiero, el resultado extraordinario y, por último, el resultado del 
ejercicio (Ver cuadro, Pág. 128). Asimismo, otros documentos como las 
cuentas anuales, la memoria o los libros de registro (mayor, diario, de 
inventarios y cuentas anuales) completan dicha información. 
El valor de la Empresa.
Una empresa no es sólo el elemento físico o su liquidez económica; una 
empresa es algo complejo, formado por personas, edificios, instalaciones, 
maquinaria, sus intereses y su nombre comercial; su peso específico en el 
mercado y sus perspectivas presentes y futuras. Por ello, al producirse un 
cambio de propiedad empresarial debe conocerse cuál es su valor. 
Una empresa puede venderse de modo forzoso (expropiación, al convertirse en 
un bien de titularidad pública, o privatización, al vender el Estado una empresa 
pública a un titular particular), y por tanto debe hacerse una evaluación de su 
valor. Otro sistema de venta es en el mercado bursátil, donde los compradores, 
al adquirir un número mayoritario de acciones pueden convertirse en 
propietarios mayoritarios de la firma. La fórmula más utilizada para realizar la 
valoración de una empresa es a partir del valor contable de aquélla; o incluso 
las propias expectativas de la misma, que si son favorables pueden hacer subir 
su valor, un valor que no suele ser igual que el precio finalmente pagado por la 
empresa, ya que suele ser producto de una negociación entre los distintos 
intereses. 
Valor bursátil de la empresa.
Las acciones, títulos que representan una parte de la propiedad de la empresa, 
se ponen a la venta en el mercado secundario, la Bolsa. Esto sucede a la hora 
de crear la empresa y durante el funcionamiento de la misma, durante el cual el 
valor de las acciones posiblemente subirá o bajará según su gestión y sus 
resultados económicos, siempre y cuando la empresa cotice en Bolsa. El valor 
de una acción en Bolsa en un momento concreto es su cotización bursátil; por 
tanto, su valor equivaldrá a su cotización actual multiplicado por el número de 
acciones emitidas hasta el momento, una valoración a la que también se 
denomina capitalización bursátil. 
El ratio PER (Price earnings ratio) nos informa del beneficio que puede 
obtenerse al realizar una acción, por lo que nos sirve igualmente para calcular 
el beneficio de un número determinado de acciones o incluso el valor asignable 
a una empresa.
Valor contable y patrimonial.
El valor contable se extrae de las partidas contables de balance, deduciendo 
del activo las cantidades que la empresa adeude a proveedores, entidades de 
crédito y otros. El activo estaría compuesto por el capital, las reservas 
(beneficios que la empresa capitaliza) y nuevas aportaciones de capital que 
puedan hacerse en momentos concretos. Todo ello se conoce con el nombre 
de fondos propios. 
El valor patrimonial o sustancial asume los cambios en las valoraciones del 
balance contable, que no se modifica a lo largo de los años. En cambio, el valor 
patrimonial corrige los valores del balance y los actualiza en precios reales.