A) Año 2001: Alicante,
Baleares.
Año 2007: Huelva, Granada, Albacete, Ciudad Real, Ávila, Soria,
Burgos.
Toledo, Cuenca, Valencia, Teruel, Guadalajara, Segovia, Zaragoza,
La Rioja, Navarra, Huesca, Barcelona. Málaga, Almería, Murcia, Alicante,
Castellón, Tarragona, Gerona, Lérida, Madrid, Baleares, Las Palmas y Santa Cruz
de Tenerife.
B) El cambio
entre ambas fechas en las provincias citadas se debe a un aumento del número de
inmigrantes extranjeros. Esta inmigración se localiza fundamentalmente en las
provincias de Madrid, Baleares, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife y en la
mitad oriental de la Península, destacando las situadas en la costa
mediterránea. El mayor número de inmigrantes extranjeros se explica por el efecto llamada relacionado con la importante
oferta de trabajo, en los sectores agrícola, industrial y de servicios, que
estas provincias ofrecen.
C) Las
repercusiones de las migraciones interiores se dejan sentir especialmente en
los planos demográfico, social y económico.
a)
Para las zonas que actúan
como focos de atracción, los emigrantes suponen un cambio positivo sobre el
crecimiento real, la estructura demográfica y la dinámica natural. Los
emigrantes se convierten en la base del crecimiento demográfico de muchas áreas
urbanas, tanto por el aporte directo que suponen como por su repercusión sobre
la fecundidad, al ser una población mayoritariamente joven. Así, la estructura
por edad se ve rejuvenecida; la población activa, incrementada, y la natalidad
y la fecundidad, revitalizadas. En el plano social, el aporte de nuevos
contingentes es considerado como un factor que acentúa la riqueza y la
diversidad cultural; en el plano económico, se produce una mejora en la oferta
de mano de obra y una mayor concentración de recursos humanos.
Pero también las zonas de inmigración se ven obligadas a asumir
nuevos costes para satisfacer las demandas de una población en crecimiento:
nuevos equipamientos e infraestructuras, mayor número de viviendas, etcétera.
b)
Los países de emisión de
emigrantes sufren repercusiones de carácter más negativo que positivo.
Demográficamente, se produce un descenso de la población, el envejecimiento de
su estructura y la caída de la fecundidad; en el plano económico, un
empobrecimiento de los recursos humanos y una reducción de las actividades
económicas. La emigración supone una mejora de la renta para los que
permanecen.