1. CONCEPTO DE MEDIO AMBIENTE
En el año 1972 se celebró en Estocolmo (Suecia) la primera conferencia Mundial sobre el Medio Ambiente organizada por las Naciones Unidas.
Allí se definió el medio ambiente como el conjunto de componentes físicos, químicos, biológicos, sociales y culturales capaces de causar efectos directos o indirectos en un plazo corto o largo sobre los seres vivos y las actividades humanas.
Los diversos tipos de componentes influyen en el medio ambiente de modo distinto:
- Físicos: El relieve, la temperatura y la presencia de agua son los principales factores físicos que determinan las características ambientales.
- Químicos: La salinidad, el pH del agua, la concentración del oxígeno y dióxido de carbono, etc. que favorecen o impiden el desarrollo de determinados seres vivos.
- Biológicos: Los seres vivos establecen distintos tipos de relaciones entre ellos principalmente de tipo alimentario. La supervivencia de una especie depende de los seres vivos de los que se alimenta.
- Sociales y culturales: Este grupo de factores es exclusivo de la especie humana. La forma de vida de los seres humanos influye tanto sobre las personas como sobre los otros seres vivos que les rodean.Por ejemplo, el asentamiento de núcleos urbanos en zonas antiguamente rurales implica cambios en las actividades humanas y en los hábitos de vida que condicionan también a la vegetación y la fauna.
Todos estos factores interaccionan entres sí de modo que unos influyen sobre otros.
1.1 Interdisciplinariedad de las CC. Ambientales
Como vemos en la definición los problemas ambientales son complejos y en ellos intervienen muchos factores, por lo que no pueden ser abordados desde una sola ciencia, sino con una visión multidisciplinar. Biología, geología, física y química y otras ciencias son imprescindibles para su estudio, pero también lo son la economía, el derecho, la religión, la ética, la política y otras ciencias sociales.
En la problemática ambiental va a ser muy frecuente no encontrar soluciones únicas a los problemas. A veces habrá un abanico de soluciones y en otras ocasiones no habrá ninguna clara y habrá que elegir la que mejor se adapte a las circunstancias en las que nos encontramos. Sería un grave error estudiar las ciencias ambientales como si fueran un conjunto de recetas claras a unos problemas perfectamente definidos. Son, más bien, una oportunidad de discutir, consensuar y probar diferentes soluciones y formas de enfrentarse con el problema, después de conocer bien todos los hechos que afectan al problema que estemos analizando