09 mayo, 2013

RELACIÓN DEL TEMA O EL AUTOR CON OTRA POSICIÓN FILOSÓFICA ORTEGA Y GASSET. TRG


Vamos a comparar a Ortega con Descartes, ya que, como racionalista que es, Ortega alude a él
en numerosas ocasiones y, concretamente, en El tema de nuestro tiempo. Salvo en el
convencimiento y deseo de alcanzar la verdad, que en eso sí coincide con nuestro autor, en el
resto no coinciden.
Para Descartes la razón y la vida son radicalmente diferentes y da prioridad absoluta a la razón
frente a la vida. El conocimiento que proporciona la razón es verdadero, cierto, claro y distinto,
mientras que el conocimiento de los sentidos es oscuro y confuso, y por tanto poco fiable,
engañoso. Solo la razón, de carácter matemático, nos permite conocer la realidad tal cual es,
nos proporciona certeza. Razón y vida son dos cosas separadas y opuestas. Siempre dará
prioridad a la razón frente a la vida; incluso la primera evidencia cartesiana es la sustancia
pensante.
Naturalmente la razón cartesiana que nos proporciona conocimiento no es una razón concreta,
vital, inserta en las circunstancias particulares del individuo, como la de Ortega, sino una razón
universal y abstracta que produce una verdad universal y absoluta, válida para siempre. La
verdad, para Ortega, no es algo independiente del hombre.
Nada más lejos del pensamiento de Ortega que considerar que existe una verdad absoluta,
utópica, ahistórica, es decir, en ningún lugar y fuera del tiempo, de la historia.
El sujeto del racionalismo es un yo puro, ultravital y extrahistórico que además debe ser un
medio transparente, que no deforme la realidad cuando la conozca. Este sujeto es una ficción,
una utopía para Ortega.
El sujeto del conocimiento de Ortega es el yo circunstancial, anclado a la vida, que proporciona
su propio punto de vista, insustituible para construir la omnímoda verdad.