EL TEATRO: PLAUTO, TERENCIO Y SÉNECA.
En Roma hay un teatro autóctono, de raíz popular y de carácter muy rudimentario, y un teatro de importación, llamado "literario" y procede de Grecia.
Al teatro autóctono pertenecen representaciones muy primitivas como:
-Los Cantos fesceninos: eran unos diálogos en verso, de carácter satírico , entre dos campesinos; tienen su origen en fiestas campesinas de las cosechas en general y se caracterizan por la improvisación.
-La Atelana: eran representaciones igualmente improvisadas y rudimentarios , pero ya con una cierta línea argumental, en las que los actores llevaban máscara y los personajes eran siempre los mismos, cuatro o cinco.
-La satura: es una evolución de los fesceninos, que añade al diálogo música y danza.
El teatro literario surge en Roma con traducciones o adaptaciones de obras griegas, con asunto, lugar de acción y personajes griegos: el argumento procede de obras griegas, sus personajes son griegos, viven en Grecia, visten a la griega y tienen nombres griegos, pero hablaban en latín , para espectadores romanos. Como su modelo griego, era teatro en verso, en el que tenían gran importancia las partes cantadas y el acompañamiento musical. Como género literario, no superó el estadio de imitación del griego. La tragedia griega traducida o adaptada se llama entre los latinos fabula graecanica o cothurnata y la comedia griega fabula palliata. Más tarde surgen tragedias y comedias con asunto, lugar de acción y personajes romanos: esta tragedia se llama fabula praetexta y la comedia romana fabula togata.
PLAUTO.
Todas las comedias de Plauto y Terencio pertenecen al género de la fabula palliata. No son creaciones originales sino adaptaciones de obras griegas pertenecientes a la comedia nueva, un tipo de comedia de temas burgueses de enredos y amoríos.
Los títulos de Paluto más famosos son : la Aulularia o Comedia de la olla, el Miles gloriosus, el Pseudolus y el Amphitrion.
La labor de Plauto puede caracterizarse como una imitación creadora, pues combina los originales griegos con elementos romanos. Posee un ingenio inagotable y un léxico popular riquísimo. Destaca la riqueza de imágenes, la vivacidad o plasticidad de las escenas. No le preocupa el retrato de caracteres psicológicamente elaborados, sólo quiere poner a los personajes en situaciones que provoquen la carcajada, recurriendo a situaciones escabrosas, chistes groseros y alusiones obscenas que eran del agrado del público. Fue un hombre del pueblo que supo llegar al pueblo como ningún otro autor dramático latino. Ha sido repetidamente imitado en Occidente: Shakespeare, Goldoni, Molière, etc.
TERENCIO.
Inferior a Plauto en la riqueza del léxico, le supera en la técnica de la composición y en la pintura de caracteres; escribe un latín puro y refinado, pero sin la espontaneidad del lenguaje de Plauto. En la Edad Media y el Renacimiento alcanzó una fama incluso superior a la de Plauto. Fue admirado por las características que se consideraban propias de los mejores clásicos: la mesura y el buen gusto.
Al contrario que los griegos, los romanos nunca mostraron interés por la tragedia. Se escribió poco y se representó menos.
SÉNECA.
Séneca es el único destacado en tragedias. Naturalmente, los modelos fueron los grandes trágicos griegos. Nos ha dejado diez obras sobre los temas clásicos de la tragedia griega: el ciclo troyano, Edipo , Medea , etc. Era un teatro muy literario, muy retórico, muy influido por el pensamiento estoico de su autor, destinado más a ser leído que representado.
Hay que citar , por último, dos tipos de representaciones que alcanzaron un gran auge durante el Imperio y que terminaron por arrinconar a la tragedia y la comedia.
· El mimo: es un producto vil caracterizado por la obscenidad; podían intervenir mujeres y los actores y actrices actuaban sin máscaras y descalzos.
·La pantomima: consistía en una serie de movimientos de danza y gesticulaciones de un único actor que "cuenta" , sin hablar, sólo con sus gestos y evoluciones, una historia, acompañado de la música de una orquesta y del canto de un coro.