28 abril, 2013

El Drama: La Comedia y La Tragedia (Literatura) DRM



EL DRAMA: TRAGEDIA Y COMEDIA

            El teatro griego llega a su máximo esplendor en el siglo V, bajo el gobierno de Pericles. Fue un elemento más en la configuración del sentimiento democrático de Atenas. Las representaciones teatrales se celebran durante las fiestas dedicadas al dios Dioniso. Durante éstas se realizan concursos de teatro, y en las que se representan obras de distintos autores que son sometidos al juicio del público.
           
1. La tragedia
            La tragedia ponía en escena los grandes problemas del hombre (el destino, la libertad, el amor, etc.) lejos de la vida cotidiana, a través de personajes que solían ser héroes y dioses y cuyos temas procedían del mito. Solía plantearse una situación dolorosa que, normalmente, sólo se superaba por medio del horror, la desgracia y la muerte. Todo en ella era elevado, majestuoso y solemne, incluida la lengua utilizada.

Temas
            Los temas de la tragedia, salvo contadísimas excepciones, venían de los mitos heroicos, ya elaborados en la tradición épica. Pero mientras en los cantos de la épica son los hechos heroicos el tema central, aquí es la ruina y muerte de los grandes héroes y de los famosos y antiguos reyes y reinas lo que se pone en escena ante el numeroso público de la  ciudad. La tragedia invita al público a reflexionar sobre el destino humano mediante esa continua evocación del catastrófico final de los grandes personajes del mito.

Los grandes autores trágicos
            De Esquilo, al que se ha llamado “el creador de la tragedia”, pues introdujo el segundo actor, que permitió la verdadera acción dramática dándole grandeza y esplendor al género teatral, conservamos siete obras. De éstas, tres componen una trilogía, la Orestíada cuyas piezas son Agamenón, Coéforas y Euménides. Compuso una tragedia de fondo histórico, Los persas, y otro drama singular, la única tragedia cuyos personajes son todos divinos, Prometeo encadenado.
            El teatro de Esquilo todavía concede una gran importancia al coro, cuyos cantos corales presagian el futuro, aleccionan sobre los resultados puestos de la impiedad y de la injusticia y presentan las ideas a la luz de las cuales hay que juzgar la acción
            Sófocles es el más clásico de los tres grandes autores trágicos. Como de Esquilo, conservamos siete obras suyas. Las más famosas son Edipo rey, Antígona y Electra. Murió Sófocles muy viejo, hacia el año 404 a. C., y su última pieza, Edipo en Colono, se representó después de su muerte. Introdujo un nuevo estilo de teatro, dominado por la acción centrado ahora sobre todo en los personajes. Centra la tragedia en los personajes, el drama no afecta a una ciudad, o grupo sino que queda individualizado. El esquema tradicional del héroe poderoso y luego sufriente es para él fundamental.
            De Eurípides hemos conservad diecinueve obras. Aunque en su tiempo obtuvo menos premios que Esquilo o Sófocles, después de u suerte se convirtió en el autor predilecto de los antiguos. Aunque siguió tratando temas míticos, como era norma en la tragedia, supo introducir acentos de modernidad en sus dramas, al tratar de la condición de la mujer, de las pasiones, de la crítica a los dioses y de la psicología de los héroes y heroínas. Sus obras más famosas son Hipólito, Medea, Heracles, Ifigenia en Áulide, Bacantes.

2. La comedia: Aristófanes
            La comedia ponía en escena situaciones directamente relacionadas con la vida cotidiana, siendo sus personajes muchas veces arquetipos de luna clase social o un tipo humano determinado procedente de la vida real, sin la aparición de héroes y dioses. Se dan a menudo en ella la risa y la burla. Su estilo y lengua son poco elevados dándose cabida incluso a expresiones y términos de la legua popular.
            Aristófanes pertenece a la llamada Comedia Antigua. Ésta se caracterizaba por ser una farsa bulliciosa y muy fantástica, con cánticos y bufonadas. De este autor conservamos once comedias, de entre ellas tenemos Las nubes, Las avispas, La paz, La asamblea de las mujeres, Lisístrata. En ellas no se tratan un episodio mítico, sino de una aventura fantástica emprendida por un personaje ingenioso, el héroe cómico, que intenta lograr un anhelo utópico. Las comedias de Aristófanes destacan por su fantasía carnavalesca y su disparatado humor, su talento lírico y su gusto por la parodia.
            Dentro del teatro griego, ya en época helenística surge la Comedia Nueva. Ésta se dedicó a construir una comedia de costumbres y evasión, basada en personajes-tipo sacados de la realidad cotidiana y que aparecían invariablemente en todas las obras (el anciano avaro, el joven rico y enamorado, la joven humilde, el esclavo avispado, etc.). El autor más importante dentro de este teatro destaca Menandro, cuya obra más importante es El misántropo.