EL DRAMA: TRAGEDIA Y COMEDIA
El teatro griego
llega a su máximo esplendor en el siglo V, bajo el gobierno de Pericles. Fue un
elemento más en la configuración del sentimiento democrático de Atenas. Las
representaciones teatrales se celebran durante las fiestas dedicadas al dios
Dioniso. Durante éstas se realizan concursos de teatro, y en las que se
representan obras de distintos autores que son sometidos al juicio del público.
1. La tragedia
La tragedia ponía en
escena los grandes problemas del hombre (el destino, la libertad, el amor,
etc.) lejos de la vida cotidiana, a través de personajes que solían ser héroes
y dioses y cuyos temas procedían del mito. Solía plantearse una situación
dolorosa que, normalmente, sólo se superaba por medio del horror, la desgracia
y la muerte. Todo en ella era elevado, majestuoso y solemne, incluida la lengua
utilizada.
Temas
Los
temas de la tragedia, salvo contadísimas excepciones, venían de los mitos
heroicos, ya elaborados en la tradición épica. Pero mientras en los cantos de
la épica son los hechos heroicos el tema central, aquí es la ruina y muerte de
los grandes héroes y de los famosos y antiguos reyes y reinas lo que se pone en
escena ante el numeroso público de la
ciudad. La tragedia invita al público a reflexionar sobre el destino
humano mediante esa continua evocación del catastrófico final de los grandes
personajes del mito.
Los grandes autores trágicos
De
Esquilo, al que se ha llamado “el
creador de la tragedia”, pues introdujo el segundo actor, que permitió la
verdadera acción dramática dándole grandeza y esplendor al género teatral,
conservamos siete obras. De éstas, tres componen una trilogía, la Orestíada cuyas piezas son Agamenón, Coéforas y Euménides.
Compuso una tragedia de fondo histórico, Los
persas, y otro drama singular, la
única tragedia cuyos personajes son todos divinos, Prometeo encadenado.
El
teatro de Esquilo todavía concede una gran importancia al coro, cuyos cantos
corales presagian el futuro, aleccionan sobre los resultados puestos de la
impiedad y de la injusticia y presentan las ideas a la luz de las cuales hay
que juzgar la acción
Sófocles es el más clásico de los tres
grandes autores trágicos. Como de Esquilo, conservamos siete obras suyas. Las
más famosas son Edipo rey, Antígona
y Electra. Murió Sófocles muy viejo,
hacia el año 404 a. C., y su última pieza, Edipo
en Colono, se representó después de su muerte. Introdujo un nuevo
estilo de teatro, dominado por la acción centrado ahora sobre todo en los
personajes. Centra la tragedia en los personajes, el drama no afecta a una
ciudad, o grupo sino que queda individualizado. El esquema tradicional del
héroe poderoso y luego sufriente es para él fundamental.
De
Eurípides hemos conservad diecinueve
obras. Aunque en su tiempo obtuvo menos premios que Esquilo o Sófocles, después
de u suerte se convirtió en el autor predilecto de los antiguos. Aunque siguió
tratando temas míticos, como era norma en la tragedia, supo introducir acentos
de modernidad en sus dramas, al tratar de la condición de la mujer, de las
pasiones, de la crítica a los dioses y de la psicología de los héroes y
heroínas. Sus obras más famosas son Hipólito,
Medea, Heracles, Ifigenia en Áulide,
Bacantes.
2.
La comedia: Aristófanes
La
comedia ponía en escena situaciones directamente relacionadas con la vida
cotidiana, siendo sus personajes muchas veces arquetipos de luna clase social o
un tipo humano determinado procedente de la vida real, sin la aparición de
héroes y dioses. Se dan a menudo en ella la risa y la burla. Su estilo y lengua
son poco elevados dándose cabida incluso a expresiones y términos de la legua
popular.
Aristófanes pertenece a la llamada Comedia Antigua. Ésta se caracterizaba por ser una farsa bulliciosa y muy
fantástica, con cánticos y bufonadas. De este autor conservamos once comedias,
de entre ellas tenemos Las nubes, Las avispas, La paz,
La asamblea de las mujeres,
Lisístrata. En ellas no se tratan un
episodio mítico, sino de una aventura fantástica emprendida por un personaje
ingenioso, el héroe cómico, que intenta lograr un anhelo utópico. Las comedias
de Aristófanes destacan por su fantasía carnavalesca y su disparatado humor, su
talento lírico y su gusto por la parodia.
Dentro
del teatro griego, ya en época helenística surge la Comedia Nueva. Ésta se dedicó
a construir una comedia de costumbres y evasión, basada en personajes-tipo
sacados de la realidad cotidiana y que aparecían invariablemente en todas las
obras (el anciano avaro, el joven rico y enamorado, la joven humilde, el
esclavo avispado, etc.). El autor más importante dentro de este teatro destaca Menandro, cuya obra más importante es El misántropo.