Los Glúcidos.
Son macromoléculas compuestas por carbono, hidrógeno y oxígeno y cuyas principales
funciones en los seres vivos son de reserva energética y estructurales. La glucosa, el glucógeno y la celulosa son las formas biológicas
primarias de almacenamiento y consumo de energía; la celulosa también cumple con una función estructural al
formar parte de la pared celular de las células vegetales, mientras que la quitina es el principal
constituyente del exoesqueleto de los artrópodos.
Características de los
glúcidos.
Los glúcidos
son compuestos formados en su mayor parte por átomos de carbono e hidrógeno y, en
una menor cantidad, de oxígeno. Los glúcidos tienen enlaces químicos
difíciles de romper de tipo covalente, pero que
almacenan gran cantidad de energía, que es liberada cuando la molécula es oxidada.
En la naturaleza son un constituyente esencial de los seres vivos, formando parte de biomoléculas aisladas
o asociadas a otras como las proteínas y los lípidos,
siendo los compuestos orgánicos más abundantes en la naturaleza. La glucosa es sintetizada por las plantas verdes
mediante la fotosíntesis a
partir de materia inorgánica (CO2 y
H2O).
Los glúcidos desempeñan dos papeles
fundamentales en los seres vivos. Por un lado son moléculas energéticas de uso
inmediato para las células (glucosa) o que se almacenan para su
posterior consumo (almidón y glucógeno); 1g proporciona 4 kcal.
Por otra parte, algunos polisacáridos tienen una importante función estructural
ya que forman parte de la pared celular de los vegetales (celulosa)
o de la cutícula de los artrópodos.