28 abril, 2013

La Historiografía (Literatura) DRM



LA HISTORIOGRAFÍA

            El término historia deriva de ἱστορία, que, significa “investigación”, “exploración” y “relato verbal o escrito de lo que se ha conocido”. De ello se deduce que la historia es un relato, más o menos detallado, de hechos previamente observados o investigados por su autor. Desde este punto de vista, la gran diferencia entre la historia y la épica consiste en que mientras la épica se refiere a hechos míticos y legendarios que han llegado al poeta por tradición oral, el historiador sólo tratará de hechos previamente investigados por él, por lo que hay una gran preocupación por la verosimilitud.
            Los primeros representantes de este género se llamaron logógrafos, una especie de historiadores locales, casi todo de la Jonia del siglo VI y primero del V a. C. que hacían descripciones de la fundación de ciudades, relatos de sucesos o de hechos de personajes locales, costumbres, formas de gobierno, relatos míticos o creencias religiosas, etc. uno de los logógrafos más importantes fue Hecateo de Mileto, cuyas obras, hoy perdidas, influyeron ampliamente en Heródoto, el primer gran historiador griego.

            Principales historiadores

            1. Heródoto. Nacido en Halicarnaso en el 485, su vida se caracterizó por sus numerosos viajes por el Mediterráneo, Samos, Atenas, Turios, el mar Egeo, Egipto, Persia, etc.  Escribió Historia en nueve libros y su tema fundamental fue las Guerras Médicas, es decir, enfrentamiento entre griegos y persas y que supuso la conversión de Atenas en la potencia de la Hélade.
            La obra de Heródoto es de vital importancia ya que relató historias de los reinos y países vecinos de Grecia como los lidios, persas, asirios, egipcios y escitas, es decir, es una Historia Universal. Su explicación del devenir histórico por un lado, por la tendencia al mantenimiento del equilibrio del universo por parte de la divinidad cuando la ὕβρις humana lo rompe. La obra, también, está salpicada por abundantes datos etnográficos, geográficos y hasta de relatos novelescos y discursos. Además, tomó como fuentes tanto las escritas como las orales, cita de forma reiterada a Hecateo y a algunos poetas líricos. Hace una crítica racionalista del mito y de las divinidades pues aunque los dioses intervienen en la historia, siempre lo hacen por procedimientos indirectos (oráculos, sueños). Aunque durante la antigüedad fue considerado y criticado como un autor muy parcial hacia Atenas, aunque también se le reconoce su admiración hacia pueblos como Esparta.

            2. Tucídides. Nació en Atenas en 465 a. C. en el seno de una familia aristocrática, aunque fue un demócrata partidario de Pericles. Vivió directamente la Guerra del Peloponeso. Fue por esto por lo que escribió Historia de la Guerra del Peloponeso, donde relató los acontecimientos referidos a la guerra entre atenienses y espartanos hasta el año 411 donde se corta la narración. Desde un primer momento, Tucídides intentó hacer una obra completamente diferente a Heródoto. Así, intentó realizar una historia contemporánea centrada en su patria Atenas. Hizo una historia racionalista y crítica, centrada en el hombre y excluyendo totalmente a los dioses del devenir histórico, por ello hizo una organización plenamente cronológica, trató de confeccionar una historia objetiva, evitando pronunciar directamente su opinión y dejando que sean los hechos los que hablen. Intenta que su “historia” permita al individuo conocer en profundidad el pasado para prever en cierta medida el futuro. Y además, destaca en él el abundante uso que hace de los discursos, atizados para profundizar en las causas de los acontecimientos. Por todo ello, Tucídides siempre fue considerado un modelo de historiador imparcial y veraz.

         3. Jenofonte. Nació en Atenas en el 430. De clase media, fue discípulo de Sócrates y seguidor de las enseñanzas de los sofistas. Como escritor es e prototipo del erudito. Se interesó por la historia, la oratoria y la filosofía, entre las que destaca la Anábasis, las Helénicas, que concibió como una continuación de las Historia de Tucídides, abarcando entre el 411 al 363. Analizó la grandeza y decadencia de Esparta en la Constitución de los lacedemonios. Relativas a la figura de Sócrates escribió Memorables y Apología de Sócrates, entre otras obras. Entre los antiguos gozó de gran admiración entre los antiguos por la sencillez y dulzura de su estilo y por su afición por la anécdota y las cuestiones prácticas.