La Literatura de estas dos décadas está caracterizada por mostrar la realidad de la época, denominando esta corriente Realismo. Hay varios tipos de realismo durante este periodo, el realismo tradicional y el realismo crítico, además de estas tendencias se desarrollan otras como la Novela de Fantasía y la Novela metafísica, las últimas en los años cincuenta.
En los años cuarenta destacaron tres obras, dos de ellas de Camilo José Cela, la tercera de Carmen. La Familia de Pascual Duarte, publicada en 1942 por Cela, presenta la autobiografía de un condenado a muerte. El entorno del protagonista se mueve en una clase social baja y de escasa cultura. En la obra se describe el entorno rural de la España anterior a la Guerra Civil y la pobreza, barbarie y el ambiente violento que sufre la familia de Pascual. Nada, de Carmen Laforet, también de tendencia realista y estilo sencillo narra la historia de un joven entusiasta quien empieza sus estudios en Barcelona. También describe la España de la posguerra al relatar el mísero nivel de vida que tienen los familiares que le alojan en Barcelona. Estas tres obras demuestran que el realismo estuvo presente en gran parte de la narrativa de los años cuarenta.
En los años cincuenta se mantuvo la corriente realista pero cambiando a la del tipo crítico, es decir, se aplicó una crítica a la realidad de la época. Esto se combinó con otras corrientes como la novela de fantasía y la novela metafísica. El realismo crítico se caracterizó por diferentes aspectos como: la técnica objetivista que elimina la participación del narrador en la historia, la reducción de la historia narrada en un espacio y tiempo limitado. Vuelve el protagonismo colectivo, como el que aplicó Cela enLa Familia de Pascual Duarte, se utilizó una estructura fragmentaria formada por secuencias al modo de las empleadas en el cine. La Colmena, también de Cela, hace una renovación narrativa en estructura y estilo, se ambienta en el Madrid de la posguerra y relata las privaciones, la miseria material, moral y social, el miedo y la impostura. La obra destaca por su protagonista colectivo, más de doscientos personajes de la pequeña burguesía y destaca también por la fragmentación de las acciones y el predominio del diálogo, en habla coloquial madrileña, en un tiempo reducido. Las secuencias no siguen un orden cronológico. Dos de los temas sobresalientes de la obra son la pobreza y el sexo, que se utiliza para evadirse d esa pobreza, miseria y el Madrid gris en el que se ambienta la obra, es la obra más representativa de los años cincuenta.En general se recurrió a un estilo sencillo ya que las obras se ambientaban en entornos incultos y esto hizo que se utilizara el registro coloquial. Los temas de esta tendencia narrativa son la injusticia del día a día, la emigración, la miseria y el chabolismo. Dentro del realismoes difícil distinguir ente el neorrealismo y la novela social, ya que nunca han estado claras los límites entre estas dos corrientes. En esta década destacaron dos autores. Rafael Sánchez Ferlosio es uno de ellos, con El Jarama como obra cumbre donde relata la excursión al rio Jarama de un grupo de jóvenes dónde una de las chicas muere ahogada. El grupo pertenece a una clase social baja y ambientándolo en un espacio reducido, el rio, la obra destaca la trivialidad, la pobreza mental de algunos sectores de la época y el poco tiempo en la que se ubica la historia, que es exactamente dieciséis horas. La descripción de los paisajes es una característica que cabe destacar de El Jarama. El otro autor importante de la década de los cincuenta fue Ignacio Aldecoa quien destacó por ser un gran escritor de cuentos publicados es varios volúmenes como Espera de tercera clase o los pájaros de Baden-Baden. En su obra trata de los oficios como pescadores, vendimiadores, ferroviarios… Aldecoa también escribió novelas como El fulgor y la sangre, y Gran sol.